Informações sobre o conflito do Ataltico Sud 01-04 ao14-06-1982

O conteudo do blog é uma resenha de fotos ,documentos, videos ,testimonios publicados sobre o tragico conflito por a posse das islas Malvinas, Georgias e Sandwiche do Sud,no tem interes politico,o de lado , so mostrar os fatos acontecidos e registrados na Historia.

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sábado, 19 de setembro de 2015

Faleceu o general mario Benjamin Menendez



O ex-governador de facto das Ilhas Malvinas durante a guerra 1982, Gral Mario Benjamin Menéndez, morreu hoje 19 de Setembro de 2015 aos 85 anos.

Menendez teve de ser hospitalizado para uma condição de há duas semanas e morreu hoje, informaram fontes militares à agência DyN.

quarta-feira, 17 de junho de 2015

BIM 5 : Comandante Carlos Robacio

Carlos Hugo Robacio comandante del BIM5 en Malvinas 
Foto de Carlos Robacio como comandante del Batallón de Infantería de Marina N° 5 

Carlos Hugo Robacio comandó nada menos que al Batallón de Infantería de Marina Nº 5 durante la guerra de Malvinas (1982) y los combates que libró fueron memorables. Fue un patriota, ejemplo de entrega y coraje. Murió el 29 de mayo de 2011, a los 76 años. Ahora descansa en paz en el cementerio de Bahía Blanca. 
malvinas
Robacio, durante un adiestramiento de 1981 con el BIM5, antes de la guerra por las Malvinas (1982). 


Durante la guerra de Malvinas hubo desempeños excepcionales de la Armada Argentina. Entre ellos, el de nuestra Aviación Naval, reconocida en todo el mundo por su pericia, precisión y efectividad, y el Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM5). 

En este último caso, los jefes británicos pidieron conocer al comandante de esos hombres que se asemejaban a “demonios tirando”; al comandante de esos hombres que no pudieron hacer retroceder. Ese comandante era el entonces capitán de fragata de Infantería de Marina Carlos Hugo Robacio. 

Con el tiempo, ya con el grado de contralmirante y en situación de retiro, Robacio repasaría una y otra vez su experiencia al frente del BIM5, llegando a redactar el libro Desde el frente, que recorre los más de 70 días del batallón en las islas, sus percepciones y experiencias, los detalles de aquellos momentos de gloria y dolor. 


“Había llegado la orden de repliegue. Sobre nuestras posiciones caían mil proyectiles de obuses por hora, además del bombardeo naval, más los aviones y los helicópteros. Era tremendo… También recuerdo que, en el momento de decidir el contraataque, llamo a los oficiales de mi Estado Mayor y les cuento mi plan. Ellos se miran entre sí. No dicen nada. Cumplen. Pero después del 14 de junio, a mí me había quedado una duda: ¿por qué se miraron entre ellos? Un día se los pregunté. Me dijeron que pensaban que yo estaba loco. Entonces seguí preguntando: ¿Y ustedes qué hubieran hecho, aún así? “Hubiéramos cumplido la orden… Eso era el BIM5”, contó alguna vez. 

Retroceder, nunca 

Como comandante del Batallón de Infantería de Marina Nº 5, el entonces capitán de fragata Carlos Hugo Robacio estuvo a cargo de los hombres que se negaron a retroceder en Malvinas. Comandó a 700 Infantes de Marina (entre personal de cuadro y conscriptos) y alrededor de 200 hombres del Ejército Argentino durante los combates desarrollados en el monte Tumbledown, Sapper Hill y monte William. Allí enfrentaron a dos batallones de paracaidistas ingleses, a la guardia real inglesa y a los gurkas. Lo hicieron hasta agotar toda su munición. 

“Fue el primero en llegar y el último en irse de Malvinas”, recuerda el suboficial mayor Carlos Sini, que en aquel entonces era cabo segundo del batallón de Robacio. Ahora, cumple funciones en el Comando de la Fuerza de Infantería de Marina Austral con asiento en Río Grande. 

Con su mirada puesta en el recuerdo, asegura que no olvidará la figura del comandante pidiendo el alistamiento para ir al frente de batalla. 

“Estábamos desplegados haciendo nuestra segunda o tercera salida al terreno. Cubríamos desde Hito I, en el extremo norte de Tierra del Fuego, hasta la cabecera del lago Fagnano, en el centro. Se ordenó el repliegue del batallón y nos reunió a todos en la plaza de armas. Pidió a la gente que no se desaliste, que en menos de lo que pensábamos tendríamos que estar en Malvinas. Nos habló de muerte y de heridos. Dio opción. Todos elegimos ir”, relata Sini 

El pasaje a la isla comenzó por aire en la madrugada de 7 de abril de 1982. Al otro día estaban todos en Malvinas y no hubo que esperar mucho para el bautismo de fuego. 

"Si exigía sacrificios, 
era el primero en sacrificarse." 

"El 1º de mayo sucedió el primer ataque británico y en ese momento –recuerda Sini– el capitán Robacio utilizó el sistema de radio y dijo 'la guerra ha llegado. El enemigo está presente. Les deseo suerte a todos'. Esa noche el batallón tuvo su primer muerto." 

Robacio recorrió todas las posiciones del batallón durante los 72 días que estuvieron desplegados. No estaban cerca; había 10 o hasta 12 kilómetros entre ellas. Pero él estuvo al lado de su gente en todo momento. "Si exigía que caminen, era el primero que caminaba. Si exigía sacrificios, era el primero en sacrificarse; fue un líder por naturaleza”, cuenta Sini. 

Y es que el ejemplo es la mejor forma de asumir y ejercer el liderazgo en el combate. Los Infantes de Marina sabían del riesgo al que estaban expuestos, su comandante se los había dicho, debían estar en el terreno frente a un enemigo más grande. Por ello la labor de Robacio mereció el reconocimiento enemigo, porque es en la total desventaja capaz de desmotivar a cualquier hombre donde se torna fundamental la orientación del líder. Su voz cohesiona corazones, moviliza voluntades, da valor en momentos en donde todo se desploma. Los resultados dan apenas un ejemplo del talento y determinación del entonces capitán Robacio: 16 muertos y 105 heridos contra más de 350 caídos de las fuerzas británicas. 

Pero también sus palabras dieron otro ejemplo, años después, vinculadas a la humildad con la que un hombre de su desempeño vivió a pesar de las glorias obtenidas: "Yo no soy ni bravo ni valiente ni nada por el estilo. Soy un hombre común. Tengo miedo cuando cruzo la calle. Pero en Malvinas no pude tener miedo. No pude tenerlo porque creo que Dios no me dejó tenerlo, y la preocupación por mis hombres, su entrega, obviamente no me podían permitir el privilegio de tener miedo", declaró alguna vez el almirante Robacio. 

Condujo estoicamente a sus hombres en todo momento y quienes fueron parte de aquel feroz batallón marcaron a fuego en su memoria cada acción del comandante. “Él siempre nos llevó al límite en tiempos de paz. Nos fue formando y forjando. Sabía que teníamos que estar preparados para algo más duro, ver morir al camarada al lado y seguir peleando –dice Sini en un tono reflexivo–. Supo conducir a su gente y no titubeó cuando tuvo que ponerla en combate.” 

El BIM5 soportó durante más de 40 días el fuego naval y de artillería sobre sus posiciones. Defendió hasta la última piedra agotando toda su munición. 

De igual manera el suboficial mayor de Infantería de Marina Daniel Benítez, hoy destinado en la División Veteranos de Guerra y en aquel entonces cabo segundo, recuerda al contralmirante Robacio como un comandante que, pese a todas las inclemencias, siguió combatiendo y contraatacando. De carácter firme pero siempre al lado de la tropa. “Dado su accionar fue admirado por comandantes gurkas y galeses y reconocido por el Ejército Argentino y demás fuerzas”, concluyó Benítez quien participó del conflicto como miembro del BIM5 en la zona de Sapper Hill. 

Fue como un padre para muchos 

Carlos Robacio dejó --además de su familia compuesta de su mujer Estela, sus 2 hijos Carlos y Edda y sus 5 nietos-- a un puñado de hijos que lo adoptaron como un referente de la vida, ya que muchos de sus hombres llegaron a considerarlo un segundo padre. Y también dejó un legado para los oficiales y suboficiales de la Infantería de Marina: la necesidad del adiestramiento. Es esa preparación para el combate lo que une al espíritu actual del BIM5 con el de los héroes de Malvinas. 

Con su figura desaparece otro de los grandes jefes de la Armada Argentina en el campo de batalla, de los que tuvo la Nación Argentina en la defensa de nuestras Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur. Entre sus laureles se encuentra la condecoración de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate; la del Congreso de la Nación a los Combatientes de Malvinas; y las del Ejército Argentino “Orden a los Servicios Distinguidos” y al “Merito Militar” en grado de Comendador. También le dieron las medallas “Cruz Peruana al Mérito Naval” y “La Legión al Mérito” en grado de Comandante de la República del Perú. 

Sin embargo, el valor más alto en sus 76 años fue el afecto de su gente, de la familia naval que lo honra y admira, de los compatriotas que volvieron con él y gracias a él de nuestras Malvinas, y de los familiares de los héroes que quedaron allá custodiando eternamente ese suelo y que reconocieron en su figura a la de un comandante ejemplar que no dejó a nadie atrás en la batalla. 

El contralmirante retirado Carlos Hugo Robacio falleció en Bahía Blanca el domingo 29 de mayo de 2011. Con él se fue un referente militar y guerrero, un ejemplo de ética profesional que no dudó en arriesgar su vida y la de sus hombres en la defensa de la Patria, pero sobre todo, que no vaciló en cuidarlas, dando una lección de conducción y liderazgo. 

Fonte: Taringa/ Carlos Robacio

quinta-feira, 21 de maio de 2015

21 de Maio de 1982: Força Aérea Argentina

Viernes 21 de mayo

El parte meteorológico

En la noche del 20 de mayo, en las islas y adyacencias, el cielo se presentaba cubierto; techos bajos, nieblas y lloviznas. A las 08:30 hs del día siguiente, desde el oeste entró un anticiclón que a despejó el cielo y, rápidamente, aumentó la visibilidad. Mientras tanto, en el continente, un centro de baja, en el sudeste de Tierra del Fuego armaba un frente frío con precipitaciones y nubosidad.

La operación Sutton

El grupo compuesto por el transatlántico Canberra, los buques de asalto Fearless e Intrepid; los de desembarco Sir Percival, Sir Tristram, Sir Geraint, Sir Galahad y Sir Lancelot; los de apoyo logístico Europic Ferry, Norland, Fort Austin y Stromness; escoltados por el destructorAntrim y las fragatas Ardent, Argonaut, Brilliant, Broadsword, Yarmouth y Antelope cerca de la 01:00 del 21 de mayo, llegaron a la Bahía de San Carlos, y comenzó a desembarcar. 

Para el amanecer, (08:30 hs) había logrado establecer la cabecera de playa en tres posiciones: establecimiento San Carlos, ambas márgenes, y Puerto San Carlos. La operación chocó con la férrea oposición de un reducido destacamento del Ejército Argentino comandado por el teniente primero Esteban que abatió dos helicópteros Gazelle del Escuadrón Aéreo de la Br Cdo 3 RM.


Ataques de diversión

Simultáneamente, con el asalto anfibio, el grupo de batalla desarrollaba las siguientes actividades de protección y diversión:


  • 06:00 hs a 09:00 hs, bombardeo naval a la BAM Cóndor en Goose Green y Darwin, por la fragata Ardent). Ataque aéreo a Howard. Un Harrier GR.3, sobrevoló las posiciones argentinas, sin localizar blancos y, en el segundo pasaje, fue derribado por un Blow Pipe del Ejército Argentino. El piloto (Fl Lt J Glover) se eyectó y fue capturado.

  • A partir de las 05:00 hs, aproximadamente, patrullas de Harrier volaron en cobertura previendo un ataque aéreo argentino.

  • Ataque al helipuerto en Monte Kent con Harrier GR.3. Fueron destruidos tres helicópteros del Ejército Argentino: un Chinook CH-47, un Puma y un Bell-212 .

  • Antes del alba, ataque terrestre, con tropas comandos, a Darwin y posiciones de FAA en Goose Green.

Oleo de Carlos GarcíaCon las primeras luces del 21 de mayo, el comando del Componente Naval de Malvinas ordenó despegar, en misión de reconocimiento, a un Macchi 326 piloteado por el Teniente de Navío Owen G. Crippa.

El aviador naval se aproximó rasante desde el interior de la isla y, al desembocar sobre la bahía, se halló en medio de la flota, alcanzando a disparar sus coheteras Zunni. Al aterrizar, confirmó la magnitud del desembarco.

La reacción aérea en Malvinas

El Componente Aéreo en Malvinas, al enterarse del desembarco en San Carlos y las operaciones aeronavales contra nuestras posiciones, en especial a la BAM Cóndor, alertó a la FAS y ordenó la evacuación del Escuadrón Pucará a la BAM Malvinas para preservar la única unidad aérea de combate que poseía.

La BAM Malvinas, ahora sin mayores ataques dado que el enemigo había concentrado sus fuerzas en el estrecho de San Carlos, recibió a los IA-58 Pucará de la BAM Cóndor y continuó siendo el único camino hacia el continente.


El Callejón de las Bombas (Bomb Alley)

Las primeras informaciones sobre el desembarco, llegaron a la FAS, vía Componente Aéreo de Malvinas, alrededor de las 09:00 hs. Previamente, se habían alertado las unidades y, a partir de dicha hora, se emitieron las órdenes de ataque que darían lugar a una de las batallas aeronavales más intensas y encarnizadas desde la II Guerra Mundial.

Al respecto, conviene destacar que las formaciones aéreas argentinas actuaron sobre San Carlos por sus propios medios, fuera de la cobertura del radar del CIC Malvinas que, tapado por la cadena central de la Isla Soledad, no tuvo ninguna posibilidad de brindarles ningún tipo de apoyo (seguramente, este fue un motivo más que ayudó a los británicos a elegir este lugar). 


Esta forma de operar sin protección, impensable para aviones cazabombarderos que carecen de equipamiento para penetrar las defensas por su cuenta, como los aviones de bombardeo, exalta más el arrojo y decisión de los pilotos argentinos que, no sólo cruzaron el mar con monomotores, sino que realizaron ataques eficaces en un estrecho erizado de buques, radares y misiles. Estrecho que ya entró en la historia como “El Callejón de las Bombas”.

Primera oleada
Segunda oleada
Tercera oleada
Cuarta oleada


Principales ataques del día 21 de mayo en el Estrecho de San Carlos


Balance del día

  • 33 salidas de exploración, reconocimiento, diversión y retransmisor.

  • 22 salidas de Mirage-5: cinco M-5 derribados. Un piloto, fallecido; cuatro, recuperados.

  • 12 salidas de A-4C. Tres, regresan por inconvenientes en el reabastecimiento; dos aviones son derribados, sus pilotos fallecen.

  • 18 salidas de A-4B. Dos regresan por inconvenientes en el reabastecimiento. Dos aviones regresan por fallas técnicas.

  • 4 salidas de aviones KC-130 para reabastecimiento.

  • Un avión IA-58 destruido en tierra por fuego naval.


Daños estimados al enemigo

La evaluación, que a esta altura de los acontecimientos se hacía en base a la información disponible era:

  • Un Sea Harrier derribado (piloto prisionero).

  • Un Sea Harrier derribado por la artillería antiaérea, piloto recuperado. Confirmado parcialmente por Gran Bretaña.

  • Una fragata Ardent, luego de arder en la tarde y noche, se hundiría al día siguiente.

  • Las Fragatas tipo 21, Argonaut, Antrim y Brilliant averiadas de consideración.

  • Las fragatas Broadsword y Alacrity, levemente averiadas.


En este día ofrendaron su vida al servicio de la patria:

Primer Teniente D. Daniel Fernando Manzotti
Teniente D. Pedro Ignacio Bean
Teniente D. Néstor Edgardo López


Fonte Fuerza Aérea Argentina

domingo, 3 de maio de 2015

O Ataque a Base Aeronaval Argentina do Rió Grande. ( O secreto melhor guardado da Guerra das Malvinas).





OPERACIÓN MIKADO.


El vicealmirante Horacio Zaratiegui, a cargo de la zona Austral en Tierra del Fuego, siempre tuvo sospechas de las intenciones británicas. Por algo lo habían entrenado los propios ingleses en su Escuela de Inteligencia en Gran Bretaña. Sospechando un ataque a la base, los aviones Súper Étendard de la Armada permanecian en pocisiones dispersas, ocultandolos para no ser descubiertos o vistos por radares Norteamericanos.

Base Aeronaval Argentina “Almirante Hermes Quijada”, en Río Grande, en Tierra del Fuego

La operación secreta británica consistía en destruir el 16 de mayo de 1982 la Base Aeronaval Argentina "Almirante Hermes Quijada", en Río Grande, Tierra del Fuego, donde se hallaba la planta de combustible de aviación “JP1” que abastecía a la flota aérea que hostigaba a su flota naval, con lo cual ésta no podría levantar vuelo. Además, destruir a los aviones Súper Étendard de la Armada, matar a sus pilotos y neutralizar los 3 misiles Exocet que aún no les había disparado la Argentina. 

Inglaterra iba a violar su propio decreto atacando a los argentinos fuera de la Zona de exclusión autoimpuesta por la Task Force, la cual rodeaba a las Islas Malvinas. (Cosa que ya había hecho hundiendo al Crucero General Belgrano)

Destructor A.R.A. Bouchard

HMS Sheffield (D-80)


La mortífera dupla de la Aviación Naval Argentina – Super Etandart + Exocet AM-39


Debido a la amenaza que representaba para la flota británica la combinación de los aviones de la Armada Argentina, los Super Étendard con los misiles AM-39 Exocet, cinco de los cuales formaban la 2° Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque que se hallaban operando desde Río Grande, fueron hecho planes para utilizar tropas del Escuadrón "B" del Special Air Service (SAS) en una operación para destruir los aviones y los otros tres misiles que aún estaban en poder de la Armada Argentina


Cuarteles del SAS

Todo comenzó en los cuarteles del SAS. Se planificó lo que llamaron la Operación Mikado, una acción ultra secreta en pleno conflicto anglo argentino. En un principio, los analistas británicos consideraron atacar con aviones cazas Harrier o bombarderos Vulcan las bases continentales argentinas. Sin embargo, para lanzar los Harrier los portaaviones debían arriesgarse muy cerca de la costa, desde donde podían ser alcanzados por los aviones de ataque argentinos y, los bombarderos Vulcan, se habían mostrado demasiado imprecisos en sus intentos por destruir el aeropuerto de Puerto Argentino, de hecho siguió operando durante todo el conflicto que duró 74 días.
Por otra parte, un bombardeo al continente podría disparar una reacción adversa de otras naciones latinoamericanas e incluso la aplicación del Tratado de Defensa Regional (T.I.A.R.) envolviendo a Latinoamérica en un peligroso juego bélico contra Gran Bretaña. Al menos eso habría sido lo que el Presidente Norteamericano Ronald Reagan le advirtió a Margaret Thatcher cuando se enteró de los planes ingleses. 
Sin embargo, la misión británica fue aprobada por el gabinete de guerra de Thatcher: atacar las bases argentinas en el continente. Los ingleses estaban angustiados porque los pilotos navales argentinos ya habían usado los misiles franceses Exocet en sus aviones Súper Étendard contra el destructor británico Sheffield y contra el portaaviones Hermes y la inteligencia británica descubrió que había más Exocet que podrían ser lanzados por los argentinos. El gabinete de guerra de Margaret Thatcher ordenó que los misiles debían ser descubiertos y destruidos. 


Escuadrón "B" del Special Air Service (SAS)


La misión recayó en 65 hombres del Escuadrón B del SAS. 

El plan tenía dos variables, en la primera, debían volar hasta la base naval de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde estaban los misiles. Aterrizar en dos Hércules C-130, destruir los misiles, los aviones Súper Étendard, matar a los pilotos y refugiarse en Chile, "territorio neutral" con la excusa de un desperfecto técnico. La segunda variable era desembarcar desde un submarino, atacar los objetivos y trasladarse luego a Chile donde serían recibidos y protegidos. Los argentinos no sabían que a muchos miles de kilómetros de allí, un grupo de estrategas británicos habían planeado atacar tras las líneas argentinas y el plan estaba transcurriendo en ese preciso momento.
Comienza la Operación.

El frustrado desembarco de los comandos ingleses.

Escuadron Ingles desembarca desde un submarino


Frente a la costa de Río Grande un submarino inglés


Fotos con daños en la proa del submarino inglés Onyx, otro misterio que no revelan sobre Malvinas. (probablemente el Onyx) dejó en la noche del 16 de mayo a tres embarcaciones neumáticas con grupos comandos; fueron descubiertos por el destructor ARA Bouchard que abrió fuego de artillería hasta que desaparecieron los ecos del radar, haciendo fracasar el intento enemigo, quien seguramente tenía la intención de sabotear las instalaciones y aviones desplegados en la Base. Los comandos debieron sufrir bajas aunque no hay información de parte de los ingleses.

Mientras tanto... A bordo del BOUCHARD - 16 DE MAYO. 16:30 HS.


El jefe de armas submarinas y otro oficial que lo acompañaba sintieron, en la popa del buque una emisión sonar que consistió en un pim sonar (término utilizado en el argot para describir el sonido que produce una emisión del sonar en un casco metálico) cada 5/7 segundos por períodos de 15 a 30 minutos no continuos. A las 17.00 se ordena cubrir maniobra de anclas, ante la desaparición de las emisiones, se ordena pasar a situación normal y se levanta la maniobra de anclas, permaneciendo el buque fondeado. Esto se repitió a las 17.10 con el agregado que en esta oportunidad se logró una escucha hidrofónica (se pudo constatar con los equipos de a bordo una emisión de un sonar). Se pudo confirmar que el destructor ARA Piedrabuena Destructor Piedrabuena no había emitido con su sonar.Se había dispuesto que se mantuvieran los repetidores radar en escala corta, especialmente el de la timonera, para permitir al oficial de guardia que verificara que el buque se encontraba correctamente fondeado —como se dice en la jerga marina “verificar fondeadero"—, y en el CIC (Central de Información de Combate) en escala larga a fin de realizar búsqueda lejana. Los vigías dispuestos por el Comando estaban en máxima alerta en búsqueda de periscopios y aviones incursores. El Comandante del grupo de tareas había dispuesto que la guardia radar del grupo fuera la siguiente: los días pares el ARABouchard debía mantener el radar en stand-by y en los días impares debía hacerlo el ARA Piedrabuena. De este modo, uno de los dos destructores en forma diaria se haría cargo de la vigilancia aérea y de superficie con sus viejos radares SPS 40 y SPS 10 respectivamente.El sonar se hallaba en escucha hidrofónica, el equipo de MAE (equipo de guerra electrónica para escucha y detección de emisiones), un viejo equipo “superheterodino” WLR 1 que había detectado una gran cantidad de emisiones, debía mantenerse en escucha y barriendo en forma manual la banda I en búsqueda de emisiones de radar de submarinos. Por su parte, en la artillería estaba cubierta la torre central y el director de tiro, que sólo podían hacer fuego con autorización del jefe de defensa, ya que el buque se encontraba en un área focal de aviación propia. Río Grande era de donde partían las misiones que se dirigían a Malvinas. Entre las 19.05 y las 19.10 horas, en total oscuridad y en el período de emisión establecido en el plan en vigor, el radarista del Bouchard observó, junto con el oficial de guardia en el CIC, al azimut verdadero 070º 3.000 yardas del buque un eco pequeño e intermitente. De inmediato, y por el canal de comunicaciones que relacionaba a las centrales de información de combate de las dos unidades, solicitó autorización para continuar emitiendo y poder de ese modo verificar el contacto.

A medida que pasan los minutos el contacto dejó de ser intermitente y a las 19.12 se convirtieron en tres ecos nítidos, con un punto muy intenso y una V saliendo del mismo en la dirección contraria a su movimiento relativo, típico de los botes tipo “gomones”, que tantas veces habían observado desde los repetidores los operadores radar


El radar de control tiro MK 25 logró adquirir los blancos a las 19.22 y simultáneamente se le solicita al OCT (Oficial en Comando Táctico), que era el comandante del destructor ARAPiedrabuena, autorización para abrir fuego con la batería principal, los cañones de 127.2 mm.

En la proa se estaba levando anclas para poder tener libertad de maniobra para perseguir a los blancos y no estar expuestos a un eventual ataque submarino. La presencia de una unidad de ese tipo era muy probable ya que los acontecimientos de la mañana y la tarde, sumados al rumor hidrofónico detectado no hacía más de 10 minutos, daban cuenta de la presencia de un submarino en la zona.

Disparo de cañones de 127.2 mm

A las 19.25 se recibió la autorización para abrir fuego, y con contacto firme en el radar de control tiro, el Comandante le dio la orden al jefe de artillería para que la batería principal del buque jugara por primera vez en toda la guerra el rol que merecía, y es así como se abrió fuego . Toda la dotación sintió que la sangre circulaba furiosa y a alta temperatura por las venas. Guiados desde el C.I.C., los piques de los proyectiles que al principio quedaban cortos, comienzan a caer sobre los blancos. El Comandante ordena al timonel poner proa hacia el punto aún con maniobra de levar ancla sin concluir. Uno de los blancos desaparece de la señal de radar en el centro de los impactos y el resto detiene su avance, cambiando el rumbo en dirección al objeto nodriza de donde se desprendieran en principio. La respuesta no se hizo esperar y los ecos se abrieron en forma de abanico en alejamiento del buque y los radares pudieron, a partir de ese momento, observarlos sólo en forma intermitente.Noche del 17 al 18 de mayo. La noche se presentaba apacible; luego de los acontecimientos del día anterior, la atención en las pantallas era extrema, los pocos minutos de emisión con los que se contaba por el plan de silencio eran aprovechados al máximo. El Bouchard permanecía fondeado en la misma posición que el día anterior, a una distancia mínima de la costa de 2 millas náuticas. A las 04.08 aproximadamente el operador radar le informó al oficial de guardia CIC que había detectado algo, que se aproximara al repetidor para verlo. Se trataba de una aeronave, que aparentemente, por el perfil de vuelo que mantenía, podía ser un helicóptero, continuaba su vuelo hacia tierra firme


Operaciones ARA BouchardA las 04.46 el A.R.A. 

Bouchard informó que aparentemente la aeronave detectada había descendido y se perdió en proximidades de la estancia designada La Sara en la carta de navegación (latitud 53º 26´S – long. 68º 11.5´W). Estancia La Sara está a escasos metros de la ruta nacional 3 a unas 26 millas de Río Grande y a tan sólo 15 millas náuticas de la frontera con Chile.Misión abortada. No cabe ninguna duda que la presencia de la patrulla compuesta por los dos destructores hizo fracasar en dos oportunidades el intento de golpe de mano proyectado desde el mar y desde el aire los días 16 y 17 de mayo. Sumado a ello los dispositivos de seguridad organizados en tierra colaboraron en forma importante en hacer imposible el desarrollo de tales operaciones.

El helicóptero inglés de Punta Arenas

Helicóptero Sea King con el que operaban los comandos Británicos


Quince minutos después de comenzado el día 18 de Mayo, el Sea King HC-4VC matricula ZA290 despegó (según Nigel West) desde el Invincible con rumbo al continente, en realidad lo hizo desde Chile. Su piloto era el Teniente Richard Hutching, su copiloto el Teniente Alan Reginald Courtena Bennet y Peter Imrie era el navegante. En el interior del Sea King se acomodaba un grupo de nueve hombres del S.A.S., los mismos que días antes habían saltado en paracaídas sobre la flota. Los comandos británicos llevaban la radiobaliza para guiar a los Hércules en su aproximación a la base de Rio grande.El vuelo se llevaba a cabo cumpliendo taxativamente lo planificado hasta que el piloto fue advertido que había sido detectado por un radar hostil y el copiloto pudo observar una bengala. No obstante ello, se decidió continuar, pero cuando se estaba desembarcando una segunda luz más cercana les advirtió que el peligro los acechaba y decidieron abortar la misión dirigiéndose directamente a Punta Arenas en Chile.El Helicóptero Sea King penetró en el continente a través de la Bahía San Sebastián, donde la zona fronteriza entre Chile y la Argentina divide al estrecho de Magallanes. La elección de la ruta de penetración no era casualidad, cerca de allí había un depósito argentino de combustible para aviones, por lo cual la zona era intensamente vigilada. Los comandos de los SAS desembarcaron y los helicópteros se ocultaron entre unas lomas cerca del rio Silva, en territorio chileno. Ese era el lugar donde deberían esperar las órdenes para dar comienzo a la Operación “Mikado”. Ya en territorio chileno. Fue abandonado y destruido por sus ocupantes, quienes se entregaron a las autoridades chilenas y luego retornaron al Reino Unido en un vuelo regular de Santiago de Chile a Londres.


Los pilotos fueron transportados a Punta Arenas, luego a Santiago, donde dieron una conferencia de prensa expresando que habían sufrido un desperfecto mecánico

Teniente Richard Hutchings en 1982, durante la conferencia 


Teniente Richard Hutchings de prensa del 23 de mayo "explicando" cómo en misión de patrulla se desvió "demasiado" al oeste y cayo en Chile"

El Ministerio de Defensa británico oficialmente declaró que el helicóptero debió hacer un aterrizaje de emergencia debido al mal clima.Los pilotos fueron transportados a Punta Arenas, luego a Santiago, donde dieron una conferencia de prensa expresando que habían sufrido un desperfecto mecánico, las palabras del Teniente Richard Hutchings fueron las siguientes:“…mientras patrullábamos la costa notamos un fallo en el motor, debido al mal tiempo no fue posible regresar a nuestro barco, así que tuvimos que buscar refugio en el país neutral más cercano…

Una motoniveladora chilena sepulta el helicóptero tratando de borrar las evidencias 


Los restos del helicóptero fueron hallados en la mañana del 19 de Mayo, en Isla San Pedro, cerca de Punta Arenas, Chile. La noticia sobre un helicóptero caído se extendió rápido y la población local empezó a llegar al lugar para observar los restos de la nave. Alertados por la novedad los funcionarios chilenos enviaron una moto niveladora para cubrir los restos, pero mientras esto ocurría empezaron a llegar periodistas al lugar.

Los misiles Exocet que no pudieron destruir los comandos ingleses cobraron otras 2 presas, el día 25 de Mayo, dos de ellos hundieron el portacontenedores Atlantic Conveyor, con él se perdieron 3 helicópteros Chinook con capacidad para 80 hombres completamente equipados (un cuarto se salvó por estar en vuelo en el momento del ataque); y al menos 8 helicópteros Wessex y un numero de carpas y equipos para albergar a 4.000 hombres, así como pistas de aterrizaje portátiles para operar con Harriers directamente desde suelo de Malvinas, una planta completa de desalinización de agua. Además su cubierta servía como pista de aterrizaje, lo cual lo unía a los dos portaaeronaves existentes. Todo material imprescindible que se preveía utilizar para el asalto hacia Puerto Argentino. Otro Exocet impactó en el portaaviones Invincible el 30 de mayo. Por supuesto Gran Bretaña niega todo.






FUENTE :

http://tecnologiabelicayarmas.blogspot.com.ar/2014/11/ataque-la-base-aeronaval-argentina-de.html?spref=fb